Hoy os vamos a hablar del lugar donde crece nuestra uva, La Romana. Una tierra que amamos, cuidamos y a la cual nos sentimos muy orgullosos de pertenecer.
La Romana es un pueblo del interior de la provincia de Alicante, en la comarca del Medio Vinalopó. Se encuentra custodiado por las sierras de l’Algayat, Reclot y Beltrans, mientras que su núcleo urbano es atravesado por las ramblas Romana y Honda, que desembocan en el río Tarafa.
Dispone de fértiles valles cultivados de uva de mesa, extensos campos de almendros y olivos, y una gran serranía donde se esconden yacimientos de mármoles rojos, grises y blancos.
Cuenta con 2000 habitantes aproximadamente. Los vecinos habitan en su mayoría el casco urbano, pero subsisten núcleos de población local y extranjera estable en muchas partidas rurales como Algayat, Alcaná, Canicios o Palaos. El enorme desarrollo alcanzado por el pueblo prospera gracias al espíritu emprendedor de sus habitantes.
Hace algunas décadas el sector inmobiliario europeo se interesó por nuestras tierras cautivado por su fisionomía, calidez y la amabilidad de sus gentes. Y los turistas de Europa la eligieron como destino turístico preferente, fijando algunos incluso su residencia aquí.
Por eso no es raro ver a menudo por su callejuelas, mercados y bares a gente de todas partes del mundo.
Entre sus lugares de interés encontramos el parque de la Noria, el lavadero del s.XIX, el Mercado de Abastos y parajes naturales muy agradables de recorrer como el sendero de Romana- Peña la Mina-Algayat. Su gastronomía autóctona capitaneada por embutidos caseros, recetas de cuchara, vinos, vermuts y mistelas de la zona se puede degustar en cualquiera de los bares y restaurantes que habitan sus calles.
En nuestra historia podemos hacer alarde de haber sido pioneros en la exportación de uva.
Ya desde 1948 se reunían los cosecheros para vender su producto a multitud de empresarios extranjeros: de la India y de Italia principalmente.Que denominaron a nuestra uva como el “oro de mesa”.
Conocer La Romana es predisponerse a disfrutar con todos los sentidos de lo más auténtico de la tierra. Cualquiera que venga se
sentirá como en casa. Estáis invitados